Los cereales integrales son fuente principal de hidratos de carbono, aportan entre un 10 y 20% de proteínas, vitaminas del complejo B y E, minerales como Hierro, Magnesio, fósforo, antioxidantes y Fibra.

Cómo población tenemos un gran consumo y producción de arroz y trigo, generalmente empleado en su versión refinada lo que significa que se les eliminó la cáscara que los recubre (el salvado), dónde se encuentra la fibra y la mayor cantidad de nutrientes. Es por este motivo, que la recomendación es elegir las versiones integrales y menos refinadas.
Para sumar más alimentos y variedad de los mismos a tus platos, te proponemos sumar nuevos cereales integrales y pseudocereales:
Cebada: Su cocción ideal se realiza con 3 partes de agua y 1 del cereal a temperatura media-baja por 40 y 45 minutos.
Centeno: Se puede consumir en grano o en harina.
Mijo: sin TACC. Cocción: 2 partes de agua por 1 de cereal por 20 a 25 minutos a fuego bajo-medio.
Amaranto: sin TACC. Cocción: 2 partes de agua por 1 de cereal por 20 a 25 minutos a fuego bajo-medio.
Quinoa: sin TACC. Lavado: la quinoa contiene saponinas que le otorgan sabor amargo por lo que debemos lavarla previo al remojo con un colador de tejido fino hasta que no libere espuma. Cocción: 2 partes de agua por 1 de cereal por 15 a 20 minutos a fuego bajo-medio.
Trigo sarraceno: sin TACC, se puede utilizar el grano entero o la harina. Cocción: Cocción: 2 partes de agua por 1 de cereal por 15 a 20 minutos a fuego bajo-medio.
Avena: su versión arrollada y grano entero deben llevar remojo y cocción, la instantánea puede utilizarse directamente para alguna preparación que luego vaya a cocción.
Todos llevan un remojo/activación de 4 a 6hs, por lo menos.
En caso de sumar igualmente arroz y/o trigo es ideal que sea en sus versiones integrales!
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