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Alimentación emocional



La ALIMENTACION EMOCIONAL es la necesidad de utilizar la comida como recurso ante una emoción determinada. Este concepto parece ser novedoso, pero de hecho en el año 1957 Kaplan hablaba de esto y lo definía como “Ingesta de la conducta aprendida para disminuir ansiedad” Hoy en día ya se habla más a fondo sobre este asunto y LAZAREVICH tiene una definición más novedosa: “Comer es una estrategia de defensa para enfrentar el estrés y la ansiedad, en ausencia de otras estrategias más adaptativas”. Ya se habla entonces de una estrategia o recurso que utilizamos para apalear determinadas emociones como estrés o ansiedad (EMOCIONES). Rafael Bisquerra define a la EMOCIÓN como: “Un estado complejo del organismo caracterizado por excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada. Las emociones se generan como respuesta a un acontecimiento externo o interno”.

La relación entre éstas y la comida es una relación bidireccional: quiere decir que puedo elegir un determinado alimento a consecuencia de una emoción, por ejemplo: me siento triste y por eso elijo chocolate pero también el alimento que yo ingiero puede generar en mí una determina emoción, por ejemplo: cuando me como un chocolate me voy a sentir más tranquilo.

Esto puede generar un círculo vicioso: estoy triste y como chocolate, me siento más tranquilo y, como me siento más tranquilo, sigo comiendo chocolate porque estoy triste y necesito esa sensación de bienestar. Directamente relacionado con el sistema de recompensa que se activa con una ingesta y una ingesta emocional de forma más concreta. (Ver nota de Sistema de recompensa)


¿En qué momento aparece la alimentación emocional?

El primer momento donde se produce un vínculo emocional con la comida es la LACTANCIA MATERNA, el niño/a al lactar no solo busca alimentarse y nutrirse, sino que también emociones concretas: calor, apego, amor, seguridad, tranquilidad. Eso ya sería alimentación emocional. Pero también desde el embarazo se comienzan a generar esos vínculos entre emociones y alimentación. Si la mamá esta triste y recurre a un dulce, el bebe en el cerebro y ase establece una relación neuronal entre “tristeza + alimento determinado”


¿El comer emocional es malo o bueno?

Depende. Nos ocurre a todos, es habitual. Para festejar, por cenas especiales, etc. Hay emociones detrás de la conducta, pero en el momento en el que se generan determinados PATRONES, lo podemos considerar como una conducta negativa o perjudicial uno de esos patrones sería:

1- sentimientos negativos después de comer, por ejemplo cuando yo consumo determinado productos que sé que no son saludables o porque los estoy comiendo por algún motivo emocional y luego me siento mal: culpable, frustrado, triste por no ser capaz de elegir otra cosa.

2- impida la vida social: que a lo mejor dejo de salir porque no soy capaz de hacer buenas elecciones o de controlar la selección de alimentos o porque quiero evitar ir a determinados lugares porque afecta mi vida personal

3- Descontrol. Dejo de ser controlar o ser consciente del tipo de alimento o la cantidad que estoy ingiriendo y eligiendo consumir.


La ALIMENTACION EMOCIONAL se convierte en algo negativo cuando lo utilizamos como única estrategia de recurso ante una emoción, si yo tuve un mal día y busco un recurso que me ayude a mejorar el día y no tiene por qué ser alimento, genial, pero si mi único recurso es la comida ahí estoy en una señal de alarma de que esa alimentación emocional puede ser perjudicial.


¿Es siempre con comida no saludable? En la mayoría de los casos se recurre a alientos altamente palatables ricos en azucares, grasas no saludables, sal, potenciadores de sabor, harinas refinadas. Sin embargo, esto no hace que no pueda haber alimentación emocional con productos saludables. Puedo hacerlo con cualquier alimento lo importante no es el alimento aquí sino el por qué estoy eligiendo ese alimento y lo que quiero conseguir consumiéndolo.

Esto no significa que no deba existir esa relación, no podemos dividir nuestras emociones de nuestra vida y la alimentación es parte de la vida pero no debemos de CENTRAR la EMOCION en la ALIMENTACIÓN. No debemos usar la comida para buscar una emoción concreta o para palear una emoción determinada. Los niños son más vulnerables y no generar esa relación inadecuada con la comida en las primeras etapas del desarrollo infantil, sobre todo.


Fuentes consultadas:

Psiconutrición. Andrades, Herrero

Alimentación emocional. Menendez Isabel

Emotional Eating, Alexithymia, and Binge Eating Disorder in Obese Women. Sandrine Pinaquy, Henri Chabrol, Chantal Simon,† Jean-Pierre Louvet,‡ and Pierre Barbe**

Mindfulness-Based Interventions for Obesity-Related Eating

Behaviors: A Literature Review

Gillian A. O’Reilly, B.S.1, Lauren Cook, B.S.1, Donna Spruijt-Metz, Ph.D., M.F.A2, and David

S. Black, Ph.D., M.P.H.



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